Hola todos

Siento mucho que no hubiera enviado el formato antes, en vista de esta demora, la fecha final de entrega de este trabajo es ampliada y pueden entregármela hasta el día 29, puede ser físico en la decanatura pero prefiero digital vía coreo electrónico.

En líneas generales y después de revisar los ensayos creo que los objetivos del curso se han cumplido, esto debería reflejarse en el ejercicio final con una ficha de memoria de aspectos urbanos o de contexto que refleje los temas que hemos abordado a lo largo del semestre y la gran mayoría de ustedes solo debía completar un poco de información y mejorar la representación del ejercicio.

El trabajo final es básicamente la ampliación del ejercicio que revisamos en clase y que está ligado a los ejercicios de taller que cada uno esta adelantando.

Una memoria urbana o de contexto en la que se destaquen los siguientes elementos:

- Localización

- Análisis perceptual.

- Planta general resaltando las relaciones funcionales.

- Fachadas y/o secciones para representar las relaciones plásticas o formales.

- Elementos naturales.

Esta información debe registrarse en un formato de 50 x 70 cms. (medio pliego)

Sentido vertical, anexo una imagen con los logos institucionales para que lo marquen, con Nombre y código.







domingo, 15 de abril de 2012

Espacio en mi infancia

Es inevitable no recordar momentos precisos en espacios que apenas si se dibujaban con tiernas pinceladas, y no hacer alusión a aquellas escalas que se deslizaban entre pastos verdes y que se limitaban por neumáticos gigantes de colores que para muchos se transformaban en salta y salta para ver el mundo un poco más alto de lo que éramos... un poco nada más. Es inevitable no recordar esas carreras en las que atravesaba muros bajos que mis pies fueran capaces de saltar, escalas que se convertían en laberintos ante tan mediana velocidad, pastos que se convertían en algodón para caídas y guarida para escuchar historias. Es inevitable no recordar aquella montaña a la que subía a elevar cometa y en la que había un trozo, tan sólo un pequeño trozo de plantas que no medían más de metro y medio y sentirme perdida porque no veía a mis hermanos, cuando ellos estaban al otro lado de las plantas. Es inevitable no recordar aquellas huidas cuando sentías el peligro de dos pequeños perros que merodeaban el lugar. Y aún es más inevitable no recordar mi infancia cada día al pasar por el lugar en el que viví mi infancia, cerca a la Universidad.


Laura María Gómez Martínez

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